una realidad que se desvanecía

Me cuesta mucho encontrar inspiración cuando los simpsons suenan a mi izquierda, a mi derecha el burbujeante aireador de la pecera, llena de colores que hoy veo tan distorsionados, de todos modos, comenzé a pensar pensar y pensar, y no podía detenerlo. La música ahora estaba muy alta pero se confundían mis ideas con la pegadiza canción que estaba sonando. Reventó en mí tantos ruidos y me esfumé de la realidad con un salto por la ventana de la cordura. ¿Qué realidad? - Pensé. 
Incertidumbre y luego supe, que mi realidad no era mía. Mi realidad estaba perfectamente delineada por una mentira que yo creía conocer.
Mi realidad, no era mía! Tenía que crear. Otra vez. Y creer en ella para poder ser lo que había sido antes. Mi realidad. Mi soledad. Buscando el puto punto medio entre los dos extremos de mi vida. Y ahora los Beatles sonaban de fondo dando color a mis grises pensamientos. Ahora la claridad iluminaba mis ojos rojos por el olor a ácido en el aire. Y las manos temblando porque no había nada en ellas. En mi boca el lápiz mordido por mi ansiedad. Buscando entre libros viejos, ideas idiotas y sentimientos, inspiración. Pero solo veía desepción.




La realidad parece ser un acuerdo, el mismo acuerdo que la audiencia acepta cuando va a un teatro para ver una obra, que por un tiempo pretende que lo que están viendo es real.

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