Y miré. Con loso ojos perdidos y ví felicidad. Simple, brillante. Felicidad
Y no podía sentirla. Era demasiado simple. Asustaba. Y no podía sentirla!
Una especie de soberbia impedía el intercambio y me obligaba eternamente a una ambición peligrosa. No habría algo capaz de satisfacerme, hasta lo mas complejo me dejaría con gusto a poco.
Dime, porqué no puedo ser digna de la felicidad que exije esta noche?