gracias melancolía.


Cuánto vi en ti, que vi en mi. Cuanto deseé la magia que se escapaba por tus dedos, y en realidad podría haberla conseguido sola. Me enamoré de lo que pensé que había en ti y jamás hubo nada más que un eterno estado de inconsiencia creando todo el tiempo lo que creí que eras.
¿Qué eras? 
Mi espejismo
¿Qué creí que eras?
Lo que siempre quise tener
¿Qué me diste?
Mentiras, drama. Dolor . Ilusiones 
¿Dónde estas ahora?
Riendo. Lejos, muy lejos



el cosmos ante la ceguera.

Cuanta mentira veo en tus torpes ojos. Cuanta mentira veo en mis manos, que hicieron de éste un planeta un lugar apto para toda clase de emociones que eran falsas. Falsas como la sangre sintética que corre por mis venas. Plástica, como la máscara que llevo en el rostro. Oh era el color del universo mezclado con mi esencia. ¿Qué color? ¿De qué servía el color si no hay aire, sólo vacío? 
Colorear lo invisible? No otra vez.


Tenía el futuro en mis manos. Pero se me escurría entre los dedos como la arena. Y las olas del mar chocaron con mi cuerpo, que quedó boca arriba mirando las nubes. Intentaba comprender el misterio eterno de mi soledad. Comprendía. El porqué del viento. Que acariciaba mi pelo y llenaba mis ojos de arena. Que levantaba una hoja y la seducía hasta llevarla a un nuevo destino incierto para convertirla en la obra más sublime de la naturaleza.
Comprendía la belleza. Pero no mi soledad. Comprendía la vida. Pero no mi vacío. 
Y contemplé el horizonte lejano. Mis pies removieron la arena para hundirse en el plácido frío que duerme allí. Cerré los ojos y ví mis manos rozando el sol. Quemaba. Pero no dolía. Ya no recordaba lo que era el dolor.
Entendía el calor en mis manos. El frío en mis pies.
Y mi soledad? 



* the hardest thing before you.