tonto. tonto. tonto, vas a caer.

Hay algunas cosas que no alcanza con solo quererlas, no alcanza solo con desear desde cada célula de tu cuerpo para que se cumpla. Oh claro que puedes decirme que si se hace. Pero aquí tengo la muestra de que no. Por más que lo desee no puedo detener a mi corazón que se acelera cada vez que tus ojos miran los mios
Te amo. Y me tiembla la voz. Y me entrecorta la distancia.

el gordo de massacre.

El chabón tenía unos veinticinco años. Grafitteaba toda ciudad gótica con fucsia y verde. Gordo, melena oscura y una pinta de rocker que hacía que su personalidad hablara. Pintaba la ciudad que era gris. La pintaba todas las noches, salía vestido de negro y la mochila fosforescente. Cuanta luz le daba el tipo a la mediocridad de todos esos pelotudos que no veían más allá de ellos mismos. Lo jodían todo el tiempo al chabón. Le tiraban giladas a su departamentito de dos por dos todo el tiempo. Pero a el le importaba un carajo. Amaba lo que hacía. El vivía por darle vida a lo sombrío. Cómo lo quería yo al gordo! Un día lo fui a ver. Estaba cabizbajo, los ojos verdes estaban apagados, y no había preparado nada para pintar en la noche. 
Vamos a tomar algo - Le dije
No loca, dejá. Esta noche quiero estar solo -
Me fuí, sin saber que esa sería la última vez que lo iba a ver.
Parece que el tipo se cansó. Se cansó. Agarró la navaja que le regalaron para un cumpleaños, quizá un familiar que no tenía tiempo y agarró lo primero que vio y se lo regaló. 
A las cuatro y media de la tarde del otro día, salí y miré el edificio enfrente de mi casa, pensando encontrarme con los dibujos del gordo. No estaban. 
Cinco y cuarto de la tarde. Fui a su casa. Los autos de la policía estaban afuera, y yo pasé. Estaba ahí, el gordo. Sentado en el piso. Otro suicidado por la sociedad? pensé.
Salí. Y miré la pared de la calle. 
Devoraré las paredes en busca de inspiración. Decía el grafitti. 
Y una sonrisa iluminó mi cara. Sabia que iba a vivir a través de sus dibujos. El vivía ahora en toda la ciudad.

muéstrame los dientes

Vi tu sombra resplandeciente, escapándose, estaba el cuerpo sin vos, imitando. 
Acaso reviviste todo? o acaso es que viviste todo?
Hey! Muéstrame los dientes, tu mejor ataque fatal.
Muéstrame los dientes, tu terror sagrado inmortal.
Abrazo tus pies, en otros pies, abrazo todo cuanto ves.

 ¿Acaso eras un dios imitando? ¿acaso redimiste todo? o ¿acaso redimiste todo? 
Un lugar, silencio inmenso, revelándose.
 Un secreto antes quieto, habla, habla, habla.
Soy tantas cosas, soy mis ganas de respirar. Y también soy la sombra que aparece cuando el sol se esconde en mis ojos.

doit to yourself

vivir siendo otros y ser alguien.
o ser solo tú. Y no ser nadie.  
pero conservar tu esencia.





miss

Traté y traté de encontrar las palabras que pudieran describir el momento exacto en el que tus ojos se clavaron en los míos y me persiguieron hasta la noche donde tu aliento me faltaba. Ni cuento todo lo que tardarían mis manos para escribir, describir y relatar tu esplendor mágico.
I think I'm dumb. Or maybe just happy?

el domingo a la tarde y yo así sin poder mirar.

El domingo el sol ya caía sobre la ciudad. El cincuenta iba casi vacío, y la música sonaba y sonaba en mi cabeza. Ya iba tarde y me baje en la parada, porque la gente parecía partícipe de una coreografía eterna en la que yo no estaba incluida. Bailaban sus cuerpos semi desnudos porque el calor así lo disponía. Parecía una película bizzarísima. Caminé porque se alteró mi noción del tiempo y ahora me sobraban minutos. Y agarré un ramo de flores amarillas que alguien había dejado tiradas. Como si le sobraran los colores.
Me senté. Y esperé. Como siempre, al compás de los beatles que estaban sonando en la Rock&Pop.
Seguí viaje. Caminé, pensé y comencé a mirar con atención todos los colores que habían sobre esa mesa. Miré, y esperé a que me hablara. Me había olvidado de lo hermoso que se ve alguien cuando lo mirás de reojo.
Y sonreí.
La calle San Martín oscura me traía recuerdos horribles. Y un gusto podrido saboreaba en mis recuerdos. Las flores amarillas comenzaron a caer por todo el cielo. Cubriéndome. Casi hasta que las respiré. Y se metieron en mi cuerpo quién dice como el aire que en ese momento ya no existía. Y eran flores. Y todo era amarillo.
Hoy ya es jueves, y todavía me duelen las promesas rotas. Y tus ojos lejos.


como me jode escribir así. me jode decir todo con palabras tan pobres. tan estúpidas.

lágrimas que un corazón podría alimentar.

Caía el agua en las piernas desnudas dibujando el placer que invadía ahora y ya no había más nada que una nube de humo de cigarrillo que invadía lentamente cada célula del cuerpo y ahora se planteaba una eterna lucha sobre el bien y el mal. Y no había más que maldad que siente y corre. Y lastima.
El mal había ganado ya sobre el cuerpo frágil , tan frágil que a contraluz puede verse un pequeño y dañado corazón que bombea lentamente sangre, casi con miedo, casi temblando. Ahora la cabeza se hunde en el agua.
El agua brilla ahora y las pestañas comienzan a cerrarse. Dejando así que la pintura comenzara a pintar el rostro, y gracias al agua sus lágrimas se disimulaban en este océano de sentimientos. aaaaaaaaaaaaaaah!
eran lágrimas de felicidad que se escapaban. the best of you.