i n s o m n i a c

malditas mentes cerradas y occidentales que me hacen seguir odiando al tiempo, con sus malditos intervalos, con su estúpida forma de pasar lento, o quizá no, ojala, idiotas e incomprensibles, puedan observar y contemplar como con nuestro propio ritmo creamos, amamos y admiramos nuestro pequeño mundo, descubriendo(nos).
si solo pudieran, ciegas ellas, mirar con los ojos que yo miro. sentir con la piel con la que siento.
solo si pudieran darme palabras para esto que siento.
-Espera, no te vayas
-Para qué?
-No lo sé











*eternal sunshine of a spotless mind
No, no me pienso ir a dormir, hoy no me voy a dormir sin poder encontrar un puto manojo de palabras que me saque de encima este miedo y no puedo loco, no puedo.

do you want to know a secret?

Porque en la oscuridad pude ver tantos colores que me encandilaron y me adormecieron casi por un instante, casi por una eternidad. Y en la oscuridad donde sentí tus manos, donde sentí el eterno frenesí de nuestras bocas embelesadas en esa clase de sustancia indefinida, producto de ese aliento, producto de ese intercambio de emociones.
 ¿sientes, el momento confuso de la mezcla?

Y en el momento exacto en el que miro tus ojos, y tus ojos me miran. Y miro tus ojos, otra vez, con esa fuerza mística que nos ata a los dos en una locura casi perfecta, en ese vaivén eléctrico que siento, desde la punta de los pies, hasta el fin de mis pestañas. En ese vaivén eléctrico en el que mi mano aprieta tu mano y casi como una canción nuestros labios se fusionan. Y componen la mejor sinfonía jamás escrita.
Y la luz no importa, y lo demás no importa. Y el tiempo no importa.

Nene, nene, que bien te ves, cuando en tus ojos no importa si las horas bajan.





las cosas han cambiado para mi;
y eso esta tan bien.



Esas son las comunicaciones verdaderas, los avisos debajo de la piel.
 Y para eso no hay diccionario che.