a perfect circle




siempre, pero siempre, buscando el eje de simetría de las cosas, sentado en la posición de loto con tu cuerpo en punto muerto, mirás el cielo, mirás el agua y todo tiene simetría, casi perfecta, casi enfermiza. Los jazmines blancos en mi pelo, decís que lo son, los panales de las abejitas, y seguís sentado mirando el orden estipulado de la naturaleza con tus ojos y ves tu propia simetría reflejada en el agua, ahora ves el árbol, enorme, lo partís con tu prolijo cerebro por la mitad, exactamente la mitad, como un diamante violeta, gris, morado, pensás también que las ondas emitidas por el sol también son simetría, y ahí volvés, y dibujas en tus ojitos pequeños el diamante que encontraste en el corazón del árbol.
(vale recalcar que el corazón del árbol es el corazón de tu cuerpo, de la vida, de la eternidad, somos un corazón eterno con forma de diamante y somos alma y somos naturaleza)


pequeñas delicias

¿Alguna vez, mon cheri, lloraste tanto que se te salieron las alas del alma por los ojitos azules lindos que tenes?
Alguna vez sentiste que todo se iba de tu cuerpo? de tu alma? que quedas como un pajarito desprotegido sin alas que acaba de caerse de su primer vuelo? 
por favor
no dejes que se me humedezca el alma
veni a rescatarme con tus alas violetas


seguís pretendiendo ser normal, mi amor

Una de esas explosiones que se producen bien desde adentro y te hacen un sacudòn de nuca del que no te podés recuperar facilmente, esa explosiòn en la que quedas inmóvil y tu mente es un mar inmenso de colores casi azules donde no ves no sos nada y sos humo y seguís, asi tranquila. Mirás el pizarrón con cara de entendida y hacés como que la explosión sentimental /mental/ nunca sucedió


Para Syd

Seriously, traté de buscar una foto que definiera lo que veo de Syd Barrett en algunas palabras, es tan difícil, en todas con la mirada tan perdida, en todas con esa mística. Pero acá veo tanta tranquilidad y locura, un yin y un yang que nunca se encontraron. La locura tan placentera que pareció darte la música. La simpleza, es que es eso. Los locos son tan geniales, y acá está, "the lunatic is on the grass". Pero le mirás la cara y te das cuenta que ahí adentro hay un loco, un niño, un genio y un alma incomprendida. Feliz cumpleaños Crazy Diamond

vamos a bailar desnudos abajo de la lluvia mientras cantamos alguna canción de abbey road, para ahogar las penas, vamos a bailar y me vas a dar la mano, y te voy a decir que quiero dejar la escuela y ya tengo un guión de teatro escrito, vamos a bailar desnudos para luego salir así a la calle, y vamos a pasear desnudos, amarnos desnudos y alborotar a todos los mediocres que creen que mientrás mas plata gasten en su ropa más interesantes son, nos van a pedir que nos vistamos, pero les vamos a enseñar a amar la desnudez


me inspiro el flaco

Duelen las cruces clavadas en las quebradas muñecas, el dolor eterno baila en las carnes, en los cuerpos, castigados por la fatiga, por la ausencia, los castiga ese placer que los condena a la infinidad ínfima de la razón, de los sabores. El dolor inmerecido, el puñal de los dioses en medio de los pulmones, del tórax, la sangre es un brebaje prohibido, el placer. El insomnio que trastorna, que alimenta las alimañas que viven en los cuerpos danzantes, morir sin morir. A entregarse a la luz

Te amo Luis Alberto!

fotitos


¿sabrás lo qué es una fotografía en su más pura esencia? ¿sabrás lo divertido de hacer foco y deshacerlo cuál Dios frente a una creación, frente a una preferencia? 
La fotografía no nace de una buena cámara, la fotografía de verdad puede salir de la cámara mas anticuada, de la vieja caja negra, el fotógrafo hace a la fotografía, el plasma los colores, el baila con las luces, doma al obturador, lo hace suyo, hace de la cámara una extensión de su brazo, y el espejo de sus ojos.
¿sabrán tantos, ahora, lo que de verdad se siente sacar una foto por placer y no por que sí?
Me gusta cuando las maripositas se acuestan en mi oreja y me susurran entre aleteos poemas de Neruda, también avisandome que se acaban las flores, y con eso su corta vida. Y se van y con ella se retiran sus colores, sus alas violáceas y brillantes hacen una canción para los ojos, y me dicen adiós, para darle lugar a su fin de era sol, y para decirle hola al nuevo otoño, al paraíso de los poetas y de los enamorados. ♥ ♥ ♥

el gobierno con colmillos de marfil

Los señores con cabeza de elefante me pidieron que les creyera, me dieron casa, me dieron autos, me dieron una tele, para que yo pudiera verlos todo el día con sus grandes trompas y sus colmillos de oro afilados, para que yo aprendiera que eran buenos, y a muchos le dieron auto, le dieron casa, le dieron un tele, todos vimos que buenos eran los señores elefantes, los veíamos comer y comer en una gran mesa donde sus colmillos brillantes nos generaban la misma sensación que se siente cuando se mira al sol. Los señores elefantes me dieron la mano, me dieron un beso, se sacaron una foto. Los señores elefantes se compraron un traje de gala, y ganaron.
Después me quitaron la casa, me quitaron el auto, me quitaron todo menos el aparato que transmitía sus gordas caras y sus largas trompas celebrando, los señores elefantes eran buenos, siempre sonreían para la cámara. Yo nunca hice otra cosa que solo mirar la caja con los señores elefantes saludando y abrazando a la gente en un gran escenario, mientras yo me recostaba en una caja de cartón, si se habían llevado mi auto, mi casa, mis ideas y también la verdad.

CATARSIS volumen 1

¿miedo?
¿lo conocés?
Mi gran amigo nocturno, mi destructor de relaciones, fuerte y helado abraza todo en mi, me respira en la nuca, y me pone la piel de gallina, mi gran amigo Miedo, su novia la Inseguridad, que me carcome cada segundo, sintiendo que todo lo que es ahora mañana desaparecerá porque no creo en mi ni en nada que se me parezca, y el Miedo, me abraza otra vez, se acuesta a dormir en una rama de un árbol para hacerme creer que todo puede acabarse y ser como antes, que todo puede volver a doler y la Inseguridad lo acompaña, me acurruca y me hunde en un abismo de tonos grises. Hoy ninguno de los dos ayuda para algo así, ni la nostalgia, ni el creer que no voy a poder, ni el creer que voy a perderte, ni el dolor que se siente al respirar hondo cuando se tiene un nudo en la garganta.
No puedo avanzar tranquila y feliz en mi presente ya que vivo atada a mi pasado
me condena, me delinea, me tortura.


el sucumbir adolescente y la música vol. I


¿te acordás de cuando te sentías tan sola?
cuando el dolor te atravesaba el blanco pecho
para dejar, un enorme vacío
¿de cuando los gritos,
eran la melodía de tus mañanas
de tus días, de tus noches?
¿de cuando el insomnio era tu mejor amigo,
y la decepción su compañera?
y las noches eternas, las preguntas infinitas
el amor perdido, nirvana, los cuadernos quemados.
Y tu cara frente al espejo, el maldito espejo.
Tu cara sin maquillar
sin vivir
sin hablar
cansada de mirarse y no encontrarse.
¿y de los textos de Artaud, te acordás?
las ganas de no querer más.
¿de que olía a espiritú adolescente?
y todos los tatuajes que te querías hacer.

ya era hora de recordar

Cortázar en el limbo sonríe ansioso por abrazar a Spinetta

Que triste te vez con la pecera en la cabeza, los ojos mal pintados y el corazón quebrado, como una canción muy mala de los '80 y un vinilo de los beatles rayado -le dijo con una mirada aburrida-
Te extraño mon cheri, es que pasan cosas, pasa que leí rayuela en vez de releer la experiencia de Rutherford, y que Cortázar me hizo acordar a los besos azulados como tus ojos, mon cheri, y muchacha ojos de papel sonaba en el noticiero, que triste me ponía la muerte, la soledad, pescado rabioso, almendra y el vacío, los pechos de miel, y pensé que si estuvieras viendome cantar te reirías, y yo te diría que nuestro tiempo es hoy y no el ayer que inventan los mediocres melancólicos que no sonríen cuando llueve, -y el flaco canta: te haga reír, hasta llorar, y no hables más muchacha- y me acuerdo de mi verborragia que tanto detestás y que te tortura a la noche antes de que durmamos antes de un par de besos, de unas caricias, de un sexo, y te pido que no me dejes sola en ese mar de oscuridades, tormentos e insomnio que me acosan desde siempre, y dormís, y te veo tan, tan...
cuando todos duerman te robaré un color
¿cuál de todos los colores, mi amor? si tenés tantos, en los ojos, en las manos y en la voz tan endulzada.
Y ahora llega la parte en que no se si hacerle caso al vaivén de sentimientos, o al que me dijo que me veo muy triste.

happiness is only real when shared

Tengo las conexiones neuronales desviadas, mon cheri. Te digo muchisimas cosas para que vos puedas aprender y yo también ¿es que no te das cuenta? mon coeur, yo no se ni entiendo nada de lo que te digo, es un mecanismo reflejo que me sale de la materia gris, porque hablarte me hace verte, y verte a vos es verme a mi. Estoy aprendiendo a recorrer tu cerebro, que se parece tanto al mío, tan retorcido, tan curvo, tan rosado. Te enseño a querer este mundo tan inquerible, y me doy cuenta que fracaso, te quiero hacer creer una mentira, entonces mon cheri, te enseño a que sobrevivamos de el juntos, te escarbo el cerebro para que mires como es el mio y te des cuenta que se puede. Que no tenemos razón. Mon amour, y lo mejor de todo, es que ¡a demás de los cerebros, compartimos el corazón!

¿sabrá?


¿sabrá mi mamá que leemos a Marx? ¿que bailamos the doors sin remera en el pasto? ¿que fumamos en el techo de la casa? ¿sabrá mamá que no creo en Dios y me cago en las instituciones? ¿y que no voy a estudiar medicina? ¿que no voy a casarme? ¿que no le voy a dar nietos? ¿sabrá mamá, que me voy a ir del país? ¿sabrá todas las cervezas que me tomé? ¿mamá, sabés?


los colores de tu pared


¿How would you start that sentence?
Maybe, maybe should I start by the cieling?
Sí, ese techo blanco, el -hasta la victoria siempre-, el ventilador zigzagueando -realmente, solo gira, pero hay tantos movimientos que zigzaguea -ay tus manos-
cuántos colores hay en las paredes -será que solo los veo cuando tu cuerpo baila?-
es culpa de Hendrix -dije en tus labios casi- no me escuchás, porque los dos somos sordos, la stratocaster rompe cualquier barrera que pueda existir-
 El calor, el calor, por dónde empezar? me arde la piel, y el aire está sofocante, pero ¡qué más da! si tu cuerpo puede ser el más satisfactorio frío, y el mismísimo calor del averno.
la stratocaster suena, y baila, se parece tanto a nosotros, quizás de ahí vienen los colores, y las manos, y el ruido que amenaza al silencio, y las babas -y ahí es para acordarse de Cortázar- pero como podría de pensar si solo hay tantos olores, tantos colores.

-una imagen dice más que mil palabras-





que cursi me pongo. Te amo

vórtice de estrellas

 reloj de pared marcaba las cuatro de la mañana, el living estaba vació, los dormitorios ocupados por el sueño, todos menos uno, porque esa hora es para la gente que es amiga del insomnio no pueda ni dormir ni nada parecido, es la peor hora para que el cerebro descanse, las neuronas juegan una linda contrapartida haciendo a las cuatro de la mañana la hora con más actividad del mundo. El muchachito instalado en su cuarto con su computadora portátil tecleaba y tecleaba con tanta emoción su cuento fantástico, tan emocionado, acababa de terminar de leer unos inéditos de Cortázar y eso le había despertado muchísima inspiración - y acá, entre nos, sabemos que la inspiración no es algo de todos los días- y tecleaba, quién diría que con la misma intensidad con la que años antes se presionaban las teclas de las máquinas de escribir. Escribía en la computadora con tanto impulso, más parecía que se iba a meter dentro de la máquina e iba a comenzar a escribir a mano sobre el documento de word. Deletreaba con tanta pasión cada letra de cada palabra de cada oración, pensaba en las palabras en francés, pensaba en ella, pensaba en el frío que tenía, en el dolor de las muñecas, en que debería estar durmiendo - y nunca despegando los dedos del teclado - se metió tanto en su historia, en el conflicto principal que ya no estaba en su habitación, y estaba volando, entre un millón de letras, de ruidito a teclado, de relojes descompuestos y cuadros de Dalí, de francés, de los ojos de su amada, de sus labios, sus brazos, el frío, y sentado en un vacío sideral seguía empecinado en terminar el nudo de su cuento y apretaba cada letra, la barra espaciadora, el enter.
De repente ya no estaba en ese vacío, estaba corriendo, sin un por qué, pero sabía a dónde se dirigía, corrió, corrió, bailó quizás también, en un vaivén de corrientes de aire que parecían el frío de la habitación y el calor de sus manos, de su alma. Y se detuvo ahí, en la puerta de la muchacha, y golpeó entusiasmado, casi como al teclado. La muchacha abrió la puerta - el portal de los dos mundos, de las dos realidades - y miró con sus enormes ojos negros, como al vacío, como a la nada. No lo miraron a él. Y abrazó al otro sujeto, al de la nada. Y el muchacho comenzó a correr de nuevo, ahora sabía que ella no lo esperaba más a el, corría y corría pero ahora sin sentido, sin dirección. Se dirigió a la base de datos de su cerebro, de su cuento, y eliminó el personaje principal de la historia. Ya nada podía tener sentido. Ya no podía sacar ni una sola frase de su mente, ni de sus manos, ni sus dedos. No habían más realidades, ni su historia, ni su vórtice de espacio-tiempo. El archivo de word ahora estaba en blanco - cómo le duele a alguien que escribe ver hojas en blanco- y recordó la nada, y ahora si sentía el frío. ¿ y toda la inspiración a dónde se había ido?
Había muerto con ella.
No hizo más que recostarse, y mirar al techo, mirar las estrellas, sentir la cama, el pasto entre sus dedos, mirar las estrellas, que dibujaban tantos destinos inciertos. Mirar las estrellas y sacar su viejo cuaderno lleno de polvo y comenzar a escribir, en las estrellas.

-que lindas palabras, que linda idea, me gustó ponerles orden-

el maldito amor!

- no te voy a negar que tengo miedo, no lo voy a hacer. Tampoco te voy a mentir, me duelen las rodillas y el corazón, me duele todo de intentar, el miedo, como duele el miedo. No voy a mentirte sobre nada hoy, ni ayer ni mañana, tampoco te voy a decir que no me tiemblan las pezuñas cuando te acercás, ni que se me voltean los ojos con tu sonrisa. No tengo ganas de ocultarte eso, ni mis miedos, ni mi felicidad, ni todas las mariposas azules que se escapan. Ahora, ¿querés venir?

debo de comprarme un cuaderno nuevo



Y vos me decís que todos tenemos problemas problemitas y todos somos feos y todos estamos tristes alguna vez, pero es algo que se pasa. Y vos no entendés que no es así nadie es triste nadie no es complicado y te digo tontín, mirá esto, no es tan simple. Y mirás con cara de ñoño embobado y no entendés y no entendemos. Y tengo colores para pintar un nuevo cuaderno, pero se me acabaron las ganas de dibujarrrrrrrrrrrrr

¿por qué, decime, por qué?



No se por que te enojas, si al final de cuentas nos morimos todos, y por qué habríamos de morirnos enojados? Si al final todo es tan cruel, tan hostil ¿por qué ah?
No entiendo el por qué de tus gritos, si al final todo es feo, no entiendo por qué siquiera intentarlo, si al final fracasamos, no entiendo porque debería de seguir si el camino ya se corta. ¿por qué le ponemos azúcar al té, si la vida igual está amarga?
¡¿por qué te miro a los ojos, si después te detesto?!

que asco la primavera



Tengo los ojos llenos de mariposas y la nariz con olor a jazmín, no puedo ver porque las mariposas bailan adentro mío y no me dejan ver, no siento el cuerpo porque duermo en el pasto, no siento nada porque el viento me lleva. no tengo hambre porque a las mariposas me las trague y ahora revolotean una vez más, todo ese asco primaveral es el que tengo adentro.

¿le pondrías nombre a la distancia?


Estoy cansada de sólo acordarme de vos por todo lo que hiciste mal, el arte de la desilusión, el abandono. Me acuerdo todos los días de tus ojazos, pero también del dolor, ay mi corazón si supieras como se retuerce cada vez con tu ausencia, las palabras que no decís, pero sé que tenés adentro de los ojos. Que nunca supe si eran verdes, o amarillos, o marrones, cambian tanto, aparecen y desaparecen, se parecen tanto a vos! Sabés cuánto es lo que extraño tus palabras, tus miradas sin dirección, la música que hacés con el silencio y tu presencia. ¿No pensás en volver?


tu orden, mi caos

Estaba sentada en el sillón que daba a la biblioteca, me veías, pero yo no. Miraba como deshojabas las flores, y las metías en un cuaderno rojo, miraba las mariposas secas, y llorabas, pobres animalitos pensabas. Leías la colección de Nieztche, pero ya te sabías todas las frases de memoria, y leerlo te ponía muy mal, llorabas, y si o sí necesitabas fumarte un cigarrillo, te sentaste. Pero tu inseguridad te paró devuelta, el orden de las cosas no te convencía, siempre querías desorden, en la biblioteca, en tu vida. Tenías libros de Freud y no los entendías, y los miraste para ver si comprendías, trajiste una copa de vino, el pucho en la mano, y rompiste todo al carajo. Te asustaste con tanto orden, con tanta soledad, te ibas a rajar la cabeza de un tiro, y yo te miraba, y vos no, entonces me paré, te toqué la espalda. Te diste vuelta, y me enceguecieron mis propios ojos, te vi, y eras yo. Me salvé de mi propio suicidiooooo

vos yo me emborracho

Me acordé de muchas cosas, quiero decir,
era como el agua, tus besos, si!
como el agua que bailaba entre mis piernas,
mis piernas, tus besos, el corazón, la magia de el vuelo submarino,
el color azul casi celeste,
tus ojos, tus manos, ay!
era el agua bailando en mi cuerpo.

No puedo ni dejar de recordarte,
¿Realmente podría pedirle al cielo que no se asemeje con tus ojos?
¿Y la danza del agua?
La tiranía, del tiempo y sus relojes,
de la distancia y sus polvos, sus desgastes.
¿Cómo dejaría yo de recordarte?

¿Cómo dejaría yo de amarte?
si en mis labios tengo tu eternidad,
y en las manos tu piel tatuada,
los colores, los colores, las fusiones!
Sería como nunca perderte,
Si te tengo acá, allá, en todos lados.
Hasta cuando sonrío, tu risa escondida que late en mi,
hasta cuando respiro
hasta que te tengo en mí.

sólo te quedarás sentado mirando la eternidad


sangre, la eternidad iluminada, las bocas, un placer que se hace tuyo, se hace mío, los latidos, el ardor, todo el dolor dormido por el placebo de tu amor, la estatua de los cuerpos, el pecado más perfecto, más divino. La lucidez, la ebriedad de emociones, los temblores, qué perfecto es el placebo de tu amor, tu cuerpo, tu risa, los laberintos azules que son tus ojos, el placebo, ah cómo amo tu placebo.

perder

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no hay nada más triste en el mundo de las palabras y de los que las escriben, que perder un texto, es como perder un pedazo de alma, un pedazo de piel, yo diría hasta un ojo o un brazo, el dolor interno que causa haber volcado en un frenesí de inspiración (que aparece cuando no es momento, que aparece nunca) se borra, como si te arrancaran la voz, las cuerdas vocales, sólo para desaparecer. Ay que dolor que dolor, que pocos conocen
´
amo los pies, amo nuestros pies.

te hate.

qué poca confianza que le tengo a esos ojos. a esa remera toda rota, a tu cara de perro mojado. me tiemblan las manos si me acuerdo de cuántas veces me heriste con los puñales con forma de boca torcida, y tu cara de asco, y mis ganas de matarte. y te reís porque lloro. y lloro porque te reís en mi cara deformada, te reís de todo lo que te dije, y te reís mientras la sangre que cae de mi cuerpo dibuja otra sonrisa más macabra que la tuya. cuando mi cuerpo se cae sobre el tuyo ahí en la interperie es donde vuelvo a morir, en vida, en lágrimas.

salta la muerte saltas vos

Y cómo todos los días morimos, acongojados en un mar de calores, nos metimos adentro nuestro para no salir más que para reírnos, las manos muertas, la magia renaciendo, el frío muriendo. Un corazón que late con muchos brazos, que abrazan, aprietan, agarran. Y muerte. Muerte de la realidad, muerte de una sociedad que se murió con todos, la razón destruida, el universo latiendo. Colapso nervioso de los cuerpos, que ya no son cuerpo son alma.


corazón de naranja, cada día más mecánico



Y si vas sentado en el bondi pensando, porque el calor no te deja hacer otra cosa que pensar, te acordás de las pelis viejas que viste, te acordás de cómo te gustan los viajes de Kubrik, y mirás el agujero que tenés adentro, enorme, como si absorbiera todo lo que hay en el micro, y mirás adentro de tu corazón, ves una enorme naranja mecánica, y no sabés por qué. te acordás de la ultraviolencia, de alex. Y de que estás solo viajando en el bondi y no sabés para a dónde vas

piel y huesos



Y ahí estamos los dos (cuántas veces me retaron por empezar las oraciones con Y ) espalda con espalda  corazón con coraza, pestaña con ojo, fluido y masa. Una bolita chiquitita de sangre que late fuerte fuerte y es suavecita y espera poder estallar y en su estallido mostrar el más divino fin, de esos fines con colores, y fuegos, y besos, y babas. Y ahí estamos los dos, con los ojos entreabiertos mirando un techo que se parece a un universo lleno de flores, porque nuestros universos tienen flores y pajaritos azulados que cantan en silencio, porque la música ahí son los corazones que se ríen. ¿Nunca viste un corazón reírse? Entonces nunca te arriesgaste de tal modo que el corazón se achicara y se endureciera para luego con el triunfo dormir en el regocigo, soriendo. ¿Nunca, enserio? bueno, miranos, en el reflejo del techo. Escuchalos bailar. Mirame sonriendo y encontrate ahí.

una idea asesina

Te dije que no puedo respirar si estás acá, y te enojaste, y cambiaste el canal enojado, y te levantaste y movías los labios y las manos, pero yo miraba el piso, y te dije que no puedo respirar si no estás acá y me saltó el corazón con una de esas taquicardias hipocondríacas que me dan, como todo lo que me pasa, decís vos, y me agarro la cabeza porque cuando te enojás sos tan rojo y violeta, y me aplastás contra un muro de indiferencia terrible.
Me acosté en el sillón, no noté si te habías ido o te habías quedado, y la vieja que me manda a hacer las cosas, y le digo que no, y le digo que lloro, y le digo que me deprimo, y se sienta en la computadora como si tecleara mis síntomas y se olvida de mi como lo hacen los señores con sombreros azules, y la lluvia cae y me hace acordar al ruidito de las lágrimas, o al de la saliva mezclandose, no se por qué, te enojaste porque me gustan los conejos entonces me puse a ver al Mr Floyd, y no me acordaba si seguías ahí o te había tragado la luz infierno del tiempo. ¿qué tenía en la cabeza? sangre mucha sangre llena de pensamientos oscuros, y me decían todos, no escuchés eso, te bajonea más. Y yo en el sillón, sola, con vos encima, con la vieja al lado, con el pequeño Floyd, tan sola, tan acompañada, y con la cabeza rota!


muertos en tu techo

Hasta los muertos meditan, después de que abandonan su cuerpo monótono y lleno de carne se sientan con la posición de flor de loto, y se ponen el el techo de alguna casa a meditar. Y vos los ves, tranquilos.
Y te preguntás. ¿y si yo estoy muerta y ellos no?
y ellos se preguntan lo mismo.
pero el cadáver que tiene que soportar la rutina sos vos.
somos muertos, cadáveres esclavos de un reloj que te azota. 
Vos te moriste, y yo también. Los roles están invertidos



no estás solo. ¿ o si ?

el sufrimiento es arte, el dolor es arte
SOY SUFRIMIENTO, HOY SOY DOLOR. HOY SOY SUFRIMIENTO, HOY SOY DOLOR

gracias Frida.

hoy: retweet

tus manos, tus brazos tu nariz
me transportan a un mundo que esta lejos y tan acá
producen temblores, convierten a los gigantes en molinos.

tu boca
creadora de milagros, destructora de todo
arrasa con mi dialectica, me deja sin recursos.

tu cuerpo, mi cuerpo, nuestro cuerpo
deslizándose por millones de años, interminable,
un pedazo de seda, una tela, resbalando por el borde de
mi muno, tu mundo, blanco y negro.

Te digo que te quiero por esto y mas, por lo que te quiero decir y no puedo
por lo que sos y lo que no soy
por lo que se que vas a ser y lo que nunca seré.



    lo merecía. 

distancia

la puta distancia, los kilómetros que bailan entre dos cuerpos que están acostados en un mundo de estrellas, tan juntos y tan lejos. Las voces, quién dice que aunque se susurren palabras (azules y violetas repletas de polvo añejo) no se escuchan, las voces mudas, corazón mudo, alma muda, muerta. Las manos que se entrelazan, abrazando una nada, ¿qué nada? las pieles encimadas, sintiendo como el frío de una roca.
D I S T A N C I A
las estrellas, las estrellas y su magia, las eternas y brillantes constelaciones, los infinitos mares, la inmortalidad inalcanzable TUS OJOS.
las profundidades invisibles, los agujeros negros, las perdiciones, TU BOCA
las creaciones divinas, los placeres ocultos, TUS MANOS
las notas perfectas, la tranquilidad de los ríos, TU VOZ
solo esas cosas pueden detenerme cuando voy a saltar al abismo, a la nada. A mi nada

pasalo, pisalo

Que siento? siento odio, miedo siento asco, como si oliera tus ojos por acá cerca, como si oliera tu soberbia, mi pasado y todas las tardes que me senté con tu podredumbre, tu nada, tu mentira y tus ojos, y yo, parte de tu podredumbre, me acuerdo de escupir la languidez de tu cara, de haberla amado, besado, pero ese día recuerdo haberla escupido, con ganas, y te escupí sentimientos (los vomité realmente, pero no quiero que te de asco) y te insulté, te besé y con la misma boca te volví a insultar. Te alejé de acá , de mi corazón, porque sos como un niño chicho, te encanta destruir, jugar, romper. Estúpido, te regurgité, Me fui, te dejé. Roto, conchudo! Cómo vos me dejaste a mi.
¿Por qué me fui? asco, ASCO
o capaz que tenía miedo, esas cosas que tenés vos. Que me conocés más de lo que yo me conozco a mi misma, sabés lo que pienso, lo quehago, lo qe siento.
TE MATÉ, PORQUE SOS MI YO, SOS YO HIJO DE PUTA.
miespejo.mimiedo.miodio.miasco.miverguenza.mitristeza.
dejá de mirarme loco
ya está
no me mirés mas
dejen de mirarme todos, es solamente un par de zapatillas rotas, dejen de mirarme todos, pelotudos, no tiene nada de malo que cante en voz alta canciones revolucionarias, dejen de mirarme, solamente tengo la pintura corrida.
DEJEN DE MIRARME ESTÚPIDOS.

(viaje en el micro de hoy) PUTOS PUTOS TODOS PUTOS

sala de espera nº 1

La sala de espera blanca, los azulejos tan blancos que enceguecían, los bancos verdes llenos de inscripciones de "no future", tres viejos y quince madres y sus guachos. La muchacha desarreglada, de pelito corto y con la música al palo en el mp3, estaba sentada en la esquina masticando unas buenas puteadas porque ya hacía cinco horas y cuarenta minutos que esperaba.
Se miró la mano y, ahí, donde otros distraídos no veían nada, ella veía y sentía como el veneno violeta y rojo remplazaba a la sangre que corría por el cuerpo, y toda la piel cambia de color y se pone grisácea, pero no la ven! sentía, como el veneno dormía en cada uno de sus muertos órganos y sentía como reemplazaba con estructuras irrompibles de acero y tela de araña azul. Nadie la ve. Y los señores de guardapolvo blanco tienen hasta miedo de atenderla, mirarla, tocarla- piensa- tienen miedo de descubrir lo que hay bajo esas ampollas que dibujaban la mismísima muerte. Tenían miedo. De lo desconocido, como siempre.
Los señores de guardapolvo ríen en voz alta. Y la duermen, y la sedan, y la medican, y la internan, y la matan. La hacen perecer hasta volver a ser una mujer.
Porque tenían miedo!


un poquitito más?


Parece que hubiéramos leído las líneas de Cortázar y nos las hubiésemos aprendido de memoria. Sabemos perfectamente que trazo poético hay detrás de cada acción, de cada beso, de cada brazo, de cada mano. Como si las palabras de muerte, las palabras de amor, las de miedo e incluso las de la vida misma, fueran sacadas de un guión-vida de este señor.
Y cada beso, como si las lenguas y las bocas supieran cuál es cada una de las palabras que siguen, cuando toco tu boca, cuando te amo por ceja, por cabello. Con cada palabra tan temblorosa, tan como si fuera nuestra.
Escribimos nuestra propia historia
y estoy segura, que la relata Don Julio. 




Y sin embargo vaya si existe porque usted y yo somos este encuentro desde tiempos y espacios distintos, una anulación de esos tiempos y esos espacios y eso es siempre la palabra, y la poesía.

me torturo un poco, ¿viste?

Me torturo un poco, ¿viste?
La dosis  diaria ¿viste?
Como para darle a ese gusto a poco que queda en el pecho, a la altura del corazón, ahí donde se guardan las cosas que nunca se dicen, los miedos que te hablan al oído y te rasguñan la espalda y la dejan llena de cicatrices que luego con la mano sacás rápido así se va el dolor, pero al final la sangre comienza a salir, y el ardor quema y deja un surco que luego se llenará con más miedos y dolores, y más pesares.
Así lleno despacio con una inyección de morfina-miedos-asco-inseguridad mi pecho, el rincón del corazón.
La pequeñísima dosis diaria, ¿viste?

hangover

acostada en la cama me puse a pensar cuántas veces había querido agarrar el filo de la máquina de afeitar del viejo y pasarmela suavemente por las piernas, y así ver la sangre cayendo, y bailar con el filo alrededor de mis muñecas y verlas dibujar con sangre de colores una alegría incomprensible que hace una obra de arte abstracto, y luego después de contemplar semejante acto, con las muñecas desgarradas arrasar con mi cuello pálido y temeroso.
Abrí los ojos grandes y me había quedado dormida con la música puesta al palo. Claro que haría todo eso,
lo hice.
me asesiné.
asesiné a mi pasado. ahora soy una cosa que no se acuerda qué carajo pasó.
como una eterna resaca. flashbacks


a contraluz


si, probablemente esté loca. probablemente sólo a mi me gusten los contornos de las piernas bailando en el universo paralelo. probablemente sólo a mi me adormezcan los ojos y ese brebaje de babas, pasiones, temores y adrenalinas, y me duerman y me dejen inconsciente.
probablemente esté loca.
pero ya, boludo, no me importa ahora.

un día de estos te voy a cortar en pequeños pedacitos

Toda la transpiración, cayendo por tu nariz enorme y mal diseñada, la transpiración corriendo, jugando una carrera a través de tus dos ojos, tratando de ganarle a las lágrimas, pasa a través de tus ojos que miran todo con asco, como si miraran un cádaver putrefacto, como si te miraras a vos mismo en un espejo lleno de pasados con olor a perro mojado, como si miraran un pasado donde fuiste lo que querías y ahora mirás por ese espejo negro y grasoso y te ves siendo lo que no querías ser. Sos ese cádaver lleno de gusanos que te mira con asco, muerto, y sin embargo con asco. Rompiste el espejo y te cortaste con el filo de algún vidrio-pasado, y la sangre que cae es negra, como vos, como todo, es negra y cae y no podés controlar esa hemorragia de melancolía-mierda-sentimental y la sangre cae y te desangrás, muerto, podrido, seco. Sin sangre, sin ideales, sin cerebro-porque los gusanos lo comieron con gusto- sin alma -porque se la tragó el tiempo- sin piel, sin manos, solamente con los ojos brillantes mirando perdidos, mirando como te vas, mirando como te consume el tiempo.

ANIMALS

(definitivamente voy pasando a través de mi obsesión con Floyd de manera peligrosa)
COGETE AL SISTEMA
fackthesistem! 

buscando a floyd

abro la entrada en blanco para escribir, el cursor intermitente esperando que lo asesine con mis palabras, pero hoy la inspiración no tiene ganas de darse una vuelta por mis neuronas ni por la aorta superior del corazón, entonces dije; oh recurramos a la música, /melancólico alimento para los que vivimos de amor/ agarro el mp3 y no encuentro pink floyd, porque pink floyd puede darle inspiración a cualquier ser que pise la tierra, pero no el mp3 se queda enganchado con radiohead, y radiohead! PERO AHÍ APARECE SYD / I GOT A BIKE YOU CAN RIDE IF YOU WANT/ pero... la inspiración?

me embriago, me empalago

una mano
dos manos
un cuerpo
dos cuerpos
una mano dibujando un cuerpo
un cuerpo sintiendo una mano
un ojo
una boca
un ojo mirando una boca
una boca besando un ojo
un alma
dos almas
y dos brazos abrazando un todo
un alma, dos almas
un cuerpo, dos cuerpos.
un alma.
tu mano, mi mano.
tu cuerpo, mi alma.
fusión.