era amargo aceptar que se puede bailar en la oscuridad

casi como un Dios que destruye todo a su gusto y placer, dibujas y desdibujas con todo ese pequeño temblor en tus manos que hacen, hacen y deshacen, y sos dueño de todo lo que creás. y soy el papel frágil y titilante en el que dibujas, y quizá trates de borrar alguna marca que dejes y te das cuenta que no podrás, pero tu mano dibuja y dibuja, dibuja planetas, dibuja estrellas, y en ese movimiento casi magnífico dibujas a tu boca y a mi boca. dibujas a tu alma y a mi alma, a tus ojos en mis ojos. y así sigues. y delineas todos tus gustos y caprichos en esa hoja. y soy yo. y no te das cuenta, y no me doy cuenta. 
que casi ya no hay vuelta atrás.

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